lunes, 24 de diciembre de 2012

De oxido y hueso

De óxido y hueso (2012), Jacques Audiard


Especialmente aquí, nos gusta identificar el cine del pais vecino con la nada original etiqueta de 'cine francés'. En general nos entendemos. Cine social, austero, que huye de estructuras clásicas (y no digamos hollywoodienses) y que parece recoger instantes aleatorios de las vidas de sus personajes. No es mi cine favorito, pero siempre he creído, respecto a todo (no sólo en cine) que si al final me llevan a algún lugar especial el camino siempre merece la pena.
A diferencia de la reciente En la casa (2012), que atrapaba desde el mismo principio, éste vuelve a ser un caso más propio de ese cine francés ... marca de la casa. Cámara en mano, situaciones familiares de personajes supervivientes en un mundo impersonal, cada uno con sus miserias. Es en esos instantes cuando este tipo de obras parece que le susurren a la platea: "Sí. También en pantalla comerás la misma lucha del duro mundo que nos está tocando vivir". Suspiras y piensas que la oportunidad de ir al cine hoy en día merece obtener a cambio experiencias a la altura.
Yo acudí (como no) persiguiendo a Marion Cotillard. No sólo acerté nuevamente con ella, sino con lo que la rodea.
Cuando la peli ha colocado a cada personaje en su lugar (incluido tú mismo), a base de unos primeros pasos secos, ásperos y sin la más mínima floritura, empieza a penetrar en el personaje que encarna Marion agitando sus emociones y con ello las nuestras. Ese instante en la terraza, con el viento en su cara, mientras ella recupera el vigor, es sumamente parco y puro, pero es una explosión de vida. No hacen falta violines a todo trapo, ni movimientos de cámara espectaculares, y no digamos efectos especiales. Es la esencia de porqué el cine es arte en movimiento.
La carga dramática que contiene el personaje de ella contrasta con la del protagonista. ¿Curioso verdad? Es la primera vez que me encuentro con un protagonista y un "falso protagonista" en la suma de la peli. Narrativamente, la historia nos sube a lomos del personaje del belga Mathias Schoenaerts (dicen que el nuevo Michael Fassbender), que sin embargo ofrece una dimensión como personaje cercana al encefalograma plano. El espectador está con ella, protagonista dramática de la historia, en un papel de lisiada que hemos visto mil veces como eje central de pelis lacrimógenas. La habilidad del director está precisamente en cómo huye de eso, apoyándose en un pseudo romance que por momentos parecería patético. Sin embargo, tratándolo como lo hace, a base de una relación de una simpleza aplastante, le confiere pureza. Lo que ya no me queda muy claro es si esa pureza llega a convertirse en absoluta verosimilitud. Sin duda, por momentos lo logra, y en su conjunto consigue que el camino haya valido la pena.

PARA: Los que prefieren la emoción de un regalo a su interior
ABSTENERSE: Los que se fijen más en el regalo que en sus intenciones

jueves, 20 de diciembre de 2012

La vida de Pi

La vida de Pi (2012), Ang Lee

En vida hay algo que hacemos casi con la misma frecuencia que respirar: decidir. Mucho más inconscientemente, está claro, pero decidimos. Qué pensar, qué decir, qué hacer. Aunque no necesariamente en ese orden. Millones y millones de decisiones. Sin embargo, muy pocos se hacen esta simple pregunta: ¿qué mueve mis decisiones? Muchos empezarán por las respuestas de concurso. Que si mi familia, que si mi porvenir, que si la salud... Pero si admitimos que el 99% de las decisiones son inconscientes entonces la cosa ya cambia. ¿Qué nos mueve? ¿Qué hay en nuestro interior diferente a la máquina biológica de cualquier animal?
Lo poco que había oido mencionar (a propósito) sobre el tema de esta peli se centraba en una visión muy singular acerca de la religión. Y la primera parte del film apunta claramente en esa dirección. Desde ese momento supe que muchísima gente se la perderá. Es lo que hay. Somos máquinas clasificadoras de prejuicios. Y eso que, en esta ocasión, el fondo viene acompañado de una forma sin duda espectacular. Un tigre asombroso creado por ordenador e imágenes a cual más impactante de la epopeya marina del protagonista.
No he leído el libro (espero leerlo) pero el espectáculo visual que ofrece la peli, combinado con su habilidad para hacernos reflexionar la convierte en algo que el cine nos ofrece cada vez menos veces. Sin megapretensiones filosóficas, ofrece un ejercicio de una notable lucidez para reflejar un viaje interior.
Como decía, sería una pena quedarnos con su enfoque religioso, porque en mi opinión no versa sólo sobre la fe en un Dios sino sobre la fe en nosotros mismos. Sobre cómo el protagonista interpreta y enfoca todo lo que le pasa. El personaje de la madre le dice a Pi al principio: "las ciencias son lo que mejor explica el mundo que nos rodea pero no pueden explicar nuestro mundo interior".
Salta a la vista la envidiable capacidad técnica de Ang Lee para abordar una peli de esta magnitud. Y, por si fuera poco, es autor de una de las filmografías más ricas del cine, con títulos como Sentido y sensibilidad (1995), La tormenta de hielo (1997), Tigre y Dragón (2000) o Brokeback mountain (2005). Pero lo que lo convierte en excepcional es su sensibilidad para dominar un rincón altamente inaccesible para la mayoría de los cineastas: el alma de la película. Habrá que estar más que atentos a la vida de Lee.

PARA: los que agradecen que una obra sacuda el interior de sus cabecitas
ABSTENERSE:los que se empiezan a poner incómodos cuando pasan 10min sin acción

jueves, 13 de diciembre de 2012

La parte de los ángeles

La parte de los ángeles (2012), Ken Loach


Teniendo en cuenta que venía de ver Holy Motors, no pude evitar sentir una plácida sensación de "vuelta a casa" al ver la nueva peli de Ken Loach. Está claro que, como cualquier film, puede gustar más o menos por mil razones, y hasta puede no gustar por utilizar una estructura clásica a más no poder. Pero, precisamente en este momento, cuando aun tenía fresca la inclasificable cinta de Leos Carax, la disfruté mucho.
No voy a entrar en aspectos del argumento (como casi nunca hago), pero sin embargo sí voy a insistir (como tampoco hago a menudo) en que se disfrute en versión original. El acento escocés no es de los más inteligibles que digamos, pero la peli destila por todos sus poros el aroma inconfundible del norte de las islas.
Loach tiene una habilidad envidiable para recrear la realidad social británica con una autenticidad rica en detalles. Como me hacían ver hace poco, es capaz de encontrar personajes, vestuario, rincones y situaciones que te hacen olvidar que estás delante de una pantalla.
Otra de sus señas de identidad es el dominio de un tono muy propio, que refleja la crudeza del día a día de clases sociales modestas pero en clave de comedia. Tarea náda fácil que él borda. En esta ocasión, gracias nuevamente a un guión de Paul Laverty, colaborador habitual y autor asímismo del guión de También la lluvia (2010), de Icíar Bollaín.
Lo que parece claro es que, desde sus primeras películas hacia esta parte, la edad puede haber reblandecido su visión de ese mundo social, o al menos la visión que él desea que obtengamos a través de su cine. En esta ocasión, el aroma que deja en boca este caldo añejo es plausiblemente más edulcorado.
Sea como sea, nadie podrá defender que no ha pasado un rato de lo más agradable y placentero, sin necesidad de estrujarse el cerebro, pero tampoco aplastando el encefalograma frente a cualquier alternativa adrenalínica de las que abundan, y que no se aguantan ni con tres whiskys de más.

PARA: los que les guste disfrutar tranquilamente de una buena bebida espirituosa
ABSTENERSE: los que sólo viven a ritmo de cubata y no tranquilamente que digamos


lunes, 26 de noviembre de 2012

Holy Motors

Holy Motors (2012), Leos Carax


Para que mis comentarios sobre esta peli se entiendan como a mí me gustaría creo necesario, más que nunca, describir mis sensaciones acumuladas antes de iniciar su visionado.
Película que gana en Sitges. Piensas: no es garantía de nada, como suele ocurrir con los festivales. Pero entonces empiezan a aparecer voces para ensalzar la singularidad y demás cualidades que la sitúan en un pedestal muy personal y de difícil catalogación, pero donde la mayoría coincide en reconocer como obra maestra. Paralelamente, amigos y conocidos que asisten los primeros días empiezan ya a transpirar sus opiniones cuando les preguntas sin querer que te desvelen nada: "Ves a verla y ya comentaremos...", contestaba la mayoría.
A mi, particularmente, me encanta asistir a películas con este previo. Descubrir cosas nuevas es apasionante en un panorama como el del cine, tan parco en cosas dignas de análisis durante los últimos años (ya mencioné mil veces que me cautivó El árbol de la vida). En esta ocasión también añadía sal a la expectativa el hecho de que el film estuviese firmado (tanto guión como realización) por un más que controvertido director francés que ha dado muchas más sombras que luces.
Bien, pues vayamos con la proyección. La palabra que creo que mejor puede resumir mi estado como espectador tras la primera hora de visionado es "atónito". Y muchos se preguntarán: ¿para bien o para mal? En ese momento, ni yo lo sabía. Es que no conseguía alinear mis sensaciones con lo que estaba viendo. Apertura no me faltaba. Es una actitud que siempre he defendido que debe tenerse ante cualquier pretendida obra de arte. Dos sentimientos sí tenia. Uno, hay imagenes dentro de esa primera hora que son absolutamente impactantes. Es inequívocamente bella la escena de los acordeones. Dos, tenía una inevitable expectativa por descubrir de qué manera podían acabar encajando piezas pertenecientes a puzzles incompatibles.
Y al final, he de reconocer que, como resumió mi gran amigo Jaime: "Este director me ha superado".
Poco más voy a comentar de su contenido. Simplemente, mencionar que, dentro de su inclasificable conjunto, constituye un buen reto concentrase en valorar aspectos tradicionales como interpretaciones, fotografía u otros.
En este aspecto, no me ha sorprendido los ríos de tinta destacando el film a cargo de los críticos de turno, con su habitual tufillo snob. Por otro lado, un experimentadísimo director catalán me comentaba hace poco que le daba risa la consideración de esta peli como pionera, cuando los mismos franceses ya lo hacían hace 50-60 años. Allá vosotros.

PARA: amantes del arte abstracto (por decir algo)
ABSTENERSE: cualquiera que entienda que una peli es, por encima de todo, una historia.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Sablazo a los guionistas

Alguien vio SALVADOS el domingo? 
Genial Ébole con lo del oligopolio escandaloso de las gasolineras. 
Y en un país con estos oligopolios (como el de la telefonía) ¿a quién multa el PP por ir contra la competencia? Pues a los guionistas, por pretender equiparar unos precios propuestos por su sindicato, debido a los abusos de las productoras… y que nunca se han tenido en cuenta, al contrario: se ha retrocedido a los precios que este colectivo estaba cobrando hace 15 años!
Muchas gracias por proteger la cultura y sembrar oligopolios. 
Aquí tenéis un texto que lo denuncia como debe ser.
COMUNICACION DE ABCGUINISTAS
El sablazo de la Comisión Nacional de la Competencia en España a los guionistas ha sido objeto de nuestra Editorial debido a que su significado trasciende fronteras.

Nos hemos permitido incluir algunos datos del recientemente publicado estudio "La escritura de guión en España", que sustentan el escalofriante argumento.

También incluimos la descripción de prácticas abusivas del mercado audiovisual que deberían ser objeto de investigación y no lo son.

¡Que esto sea el principio del ruido!

Según se dijo en la Conferencia Mundial de Guionistas, hay una segunda posible amenaza de esa comisión, respecto a los baremos publicados en su día por el GAC (la asociación de guionistas en Cataluña).

Si alzamos plumas y voces, quizás acabemos con esta segunda amenaza, dando la vuelta a la tortilla y señalando a quienes verdaderamente deben ser investigados.

Esto es trabajo de todos, dentro y fuera de las asociaciones y sindicatos, dentro y fuera del territorio español.

Contamos con tu cooperación.

¡Por el guion!

abcguionistas

 

jueves, 15 de noviembre de 2012

En la casa

En la casa (2012), François Ozon


Había ganas de ver la ganadora del último y glamuroso festival de San Sebastian. Y la verdad es que no me ha defraudado en absoluto. Es la típica clase de peli que funciona cuando te sorprende. Pero en lugar de ir al cine como vamos a veces, sin expectativa alguna, acudí con el listón subidito. Ahí empieza el mérito que creo que, indudablemente, tiene de por sí.
Y es que los ingredientes no pueden ser más austeros: Un matrimonio, un alumno de él, y una familia. Una casa, un colegio y otra casa. El director y guionista adapta muy hábilmente para el cine una obra teatral de Juan Mayorga.
Pues con estas enclenques fichas de partida, Ozon nos construye un juego casero al que saca un partido envidiable. El guión es una delícia por como combina tantos elementos: saltos en el tiempo, voz en off, localizaciones y, especialmente, el solapamiento entre la historia que nos cuentan y la que hay dentro de la misma.
De entrada, nos atrapa gracias a una de las verdades más propias de la condición humana: somos unos cotillas. Sólo por las ganas de saber más nos subimos al carro de la historia. Pero, a medida que ésta avanza, aunque podamos adelantar por dónde pueden ir los tiros, nos acabamos viendo envueltos en una dimensión desconocida, o al menos imprevista. Algo que, de hecho, nos ocurre en la vida real: ¿cuántas de las cosas en las que pensamos son fruto de los hechos reales o son producto de nuestra imaginación?
Bajo otro enfoque, hablamos de la capacidad del cine para teletransportarnos sin nuestro control y mediante el influjo de la narrativa. Llega un punto de la película en el que uno se pregunta si está entendiendo lo que el autor le está exponiendo o si, por el contrario, está poniendo más cosecha propia de la cuenta. Vale, más de uno dirá que es esto mismo exactamente lo que pretende el arte. Sin embargo, la capacidad para evocar suele ser más rica cuanto mayor sea la abstracción o la inconcreción de la obra. ¿Tiene esta obra una lectura lineal e inequívoca? Sí, pero algo por dentro nos perturba provocándonos preguntas acerca de nuestras interpretaciones.
Por lo demás, los actores están mejor unos qué otros. Llama la atención el espléndido francés de Scott Thomas, las tablas de la veterana Emmanuelle Seigner (wow! 20 años ya de Lunas de hiel) y la buena elección del chaval protagonista (21 años de edad en la vida real), pero si la cinta funciona tan bien en su conjunto es gracias al super trabajo de Fabrice Luchini.
Por resumirla en una frase, diría que es un homenaje a las personas que no pueden evitar sentirse mucho más atraidos por el mundo imaginario que por el que nos ha tocado vivir... aunque por momentos se confundan.

PARA: los que prefieran arriesgarse a encontrar cine inteligente
ABSTENERSE: los que equiparen ese riesgo al del salto de Baumgartner pero sin paracaíadas

sábado, 20 de octubre de 2012

Looper

Estrenos:
Looper (2012), Rian Johnson


Tan infinito como el espacio en sí mismo, el tema del viaje en el tiempo sigue (y seguirá) dando numerosas películas. Lo que es inevitable es que cada vez resulte más complicado ser, o parecer, original. No voy a entrar en la premisa de esta peli, aunque se desvela en su primer minuto, gracias al recurso de la voz en off. El buen cine debe evitar ser tan explicativo nada más abrir el telón, pero la singularidad de la ciencia ficción en ocasiones no deja alternativa por la complejidad del universo en el que se sitúa.
Todos aquellos elementos que cualquiera pueda imaginar en el cine de ciencia ficción futurista están en este film: escenarios vanguardistas, una sociedad con nuevas reglas, mutantes, tecnología punta, etc. Y lo están con un destacable acierto que revela una conciencuda intención de transmitir desde el principio que se pretende ir "en serio". Avanzado el film el director y guionista del mismo nos demuestra que efectivamente era así. Pero para ello ha debido recurrir al pilar de los pilares, que distingue a las buenas pelis de ciencia ficción de las pelis con mucho ruido y pocas nueces: un guión que da dimensión a sus personajes. En mi comentario sobre la deficiente In Time (2011) ya lo mencioné y me hice cruces de que la misma fuese, incomprensiblemente, obra del mismo creador que la imprescindible Gattaca (1997).
En esta ocasión, Johnson ha sabido moldear el trío de personajes principales, formado por Joseph Gordon-Levitt, Bruce Willis y Emily Blunt, alrededor de un factor que nunca se ha tratado lo suficientemente en profundidad en esta subcategoría del género que son los viajes en el tiempo. Me refiero a la gestión de las emociones provocadas por la opción de cambiar nuestro destino: ¿voy a ganar necesariamente retocando mi presente en función de mis nuevos datos sobre mi futuro? ¿debo entender mi vida actual como mi única vida posible? ¿somos prisioneros del pasado?
Aun hay otro elemento en el que el reto de la compleja trama sale victorioso: un sobresaliente niño. El chaval es el encargado de añadir al film unas agradecidas y bien medidas gotas de humor que adornan su conseguida interpretación, imprescindible para cerrar el loop de la peli.
Y como ocurre en tantas ocasiones ante este subgénero tan particular, la sensación que a uno le queda al final es que resulta necesario volver a verla.

PARA: aficionados a los puzzles rompecabezas en una pantalla en lugar de en una mesa
ABSTENERSE: los que se pierden en un pasillo

jueves, 18 de octubre de 2012

Atraco

Pre-estreno:
Atraco (2012), Eduard Cortés
para La Finestra Digital


Presentada fuera de concurso oficial en el reciente festival de San Sebastián y acompañada de un gran éxito en Argentina, nos llega una película que recuerda en varias cosas a la oscarizada y genial cinta de Juan José Campanella El secreto de sus ojos (2009). No es una casualidad que los mismos productores intenten aprovechar el filón de aquella. No llega a su altura pero no la desmerece ni muchísimo menos.
La historia está exquisitamente ambientada en el Madrid de los 50, pero también puntualmente en Panamá. Parte de hechos reales en torno al atraco en una conocida joyería de la capital, que pretendía contrarrestar uno de los "asaltos" que durante la época realizaba a su manera Doña Carmen Polo de Franco. La acción se desarrolla alrededor de un rocambolesco plan para conseguir retener unas joyas históricas. Los hechos no fueron aclarados y en este caso son reinterpretados muy libremente.
Lo primero que llama muy positivamente la atención nada más iniciarse su visionado es el extremo cuidado que se ha avocado en su producción. Un envidiable detalle en todas sus facetas artísticas, desde el vestuario, la música, una impecable dirección de arte y, especialmente, un gran casting, nos invitan a relajarnos y disfrutar de lo que está por llegar.
Lo que se nos ofrece es una elegante combinación de géneros hábilmente presentados. No confundamos con mezcla de géneros, recurso ya utilizado en los últimos años por películas con marcado acento de autor, que desenbocan en productos a menudo inclasificables. El caso que nos ocupa bebe de los viejos cánones de géneros puros como la comedia, el thriller o el drama, y ​​su singularidad radica en que no los agita, sino que los utiliza en un orden bien calculado para gestionar nuestras emociones. Los giros que el guión provoca en la historia son también giros en la relación de la obra con el espectador.
Para poder acometer un reto como el mencionado son necesarios varios recursos que el director maneja con éxito. Además del mencionado buen uso de los elementos artísticos, cabe destacar una superficial pero equilibrada combinación de los tópicos en torno a los sentimientos de ciudadanos de dos países como España y Argentina durante la citada época.
Mención aparte merece el trabajo de dos consagrados actores argentinos que encarnan a dos de los principales personajes. Por un lado Guillermo Francella, inolvidable secundario en la mencionada El secreto de sus ojos, y muy conocido en su país como actor de comedia. Aquí nos ofrece una interpretación mucho más rica, incorporando matices de los tres géneros mencionados. Ante un papel que le reserva momentos muy diversos, sabe estar en todo momento a la altura, sin acentuar nunca de más donde otros lo habrían hecho. Por otra parte, pero con un papel en la historia mucho menos extenso y flexible, encontramos a un excelente Daniel Fanego. El suyo es uno de los casos donde se puede comprobar que la experiencia es un grado. En sus escenas es dueño y señor de la pantalla.
Un aspecto en el que el filme no acaba de ser plenamente redondo es la construcción de algunas relaciones. La pareja formada por los personajes de Amaia Salamanca y Nicolas Cabré en ningún momento funciona a la altura del conjunto. Podríamos decir incluso que la falta de una mejor construcción y desarrollo de la misma, tratada con una consabida pero exagerada superficialidad, restaincluso enteros en la película. Diferente es el caso de la pareja de policías, encarnada por Jordi Martinez (irreconocible Kubala de la serie de TV3) y Oscar Jaenada. La acertada estructura del guión les reserva un metraje tan escueto que nos deja con la sensación de haber podido ser otro punto destacado en caso de haberse podido expandirse.

PARA: cualquiera que disfrutase con El secreto de sus ojos
ABSTENERSE: los que hayan aparcado el cine con aire vintage y busquen sólo nuevas fórmulas

domingo, 14 de octubre de 2012

Lo imposible

Estrenos:
Lo imposible (2012), J.A. Bayona


Comentar una peli que reproduce espeluznantes hechos reales siempre me provoca la misma sensación: hay que separar al máximo su logro evocador de la experiencia de su logro como pieza cinematográfica. Y me parece necesario aclarar que su logro como conjunto no se alcanza tanto por la suma de ambos sino, probablemente, si el segundo supera al primero: si lo que se cuenta se ve superado por cómo se cuenta. Salvando todas las distancias, es algo que ya mencioné al comentar La voz dormida.
Yendo por pasos, la recreación del terrible tsunami que arrasó Tailandia es, en una palabra, sobrecogedora. Las escenas que muestran los territorios arrasados por la marea son más que impactantes. Pero, sin duda, las que pasarán a la historia del cine de catástrofes serán las que reproducen los instantes del momento de la devastación. Gracias a la filmación en un inmenso tanque con millones de litros de agua real, el film se recrea en transmitirnos todo el horror que pudimos haber imaginado y el que nos es imposible imaginar a los que no lo vivimos en primera persona. Cada rama, cada piedra, cada cristal hechos añicos eran armas que rajaron bajo el agua a cientos de miles de inocentes vidas que en ese preciso instante ni siquiera eran conscientes de ello. La mente no piensa. Sólo quieres respirar y sobrevivir. Todo el magistral detallismo de la primera parte radica en hacernos vivir con un realismo al borde de la crueldad lo que tuvo que ser pasar por ese trance. Y eso es algo que la mayoría de las pelis de catástrofes evita, obvia o descuida.
Claro, cuando las aguas vuelven a su cauce y conseguimos recuperarnos del impacto, resulta, precisamente, imposible que la peli mantenga ese pulso. Nuestra atención, absolutamente secuestrada, es liberada para asistir al deambuleo de los supervivientes en un escenario y en unas situaciones que ya son más imaginables, predecibles y conocidas. Y aunque no dejan de estar retratadas con una envidiable dirección artística, el abuso del recurso lacrimógeno desmerece lo conseguido hasta ese instante.
El cómo se nos cuenta, referido a la gestación de su desenlace, lastra de manera injusta el mérito de la primera parte.  Aun así, sería igualmente injusto no reconocer las meritorias interpretaciones del hijo mayor y, sobretodo, de una espléndida Naomi Watts.
Pues en línea con lo mencionado al principio, el cómo cinematográfico no supera al cómo evocador de la tragedia. Pero, sea como sea, llevar a cabo una obra de semejante envergadura con esta pericia es algo que debe reconocerse con mayúsculas por encima de cualquier otra cosa.

PARA: amantes de las grandes producciones sin efectos especiales.
ABSTENERSE: aprensivos ante el drama humano y alérgicos al dramón.

jueves, 4 de octubre de 2012

La vida "secreta" de Isabel Coixet


En el rodaje de AYER NO TERMINA NUNCA, de Isabel Coixet.
Igualada, 30 septiembre 2012



Isabel Coixet defiende que para que un rodaje no pierda la intensidad necesaria es importante que continue el fin de semana. Ése fue el momento que consideraron ideal para convocar a la prensa y compartir sus impresiones con nosotros, dos semanas después de iniciado el rodaje de su nueva película. El lugar, una tradicional población de la catalunya central: Igualada. En palabras de la directora “aquí encontramos lugares conservados en el tiempo, y no como en las grandes ciudades como Barcelona o Madrid, donde lo renuevan todo constantemente”.  Otro motivo es que a poca distancia reunían una buena diversidad de localizaciones.

En un ambiente muy distendido, gracias a la evidente buena química existente entre los tres, la directora y los dos actores nos hablaron del proyecto hasta donde pudieron… Por expreso deseo de Isabel, todos los implicados en el proyecto han firmado una cláusula de confidencialidad respecto al contenido de la historia. La directora catalana considera que el espectador actual recibe demasiada información, que hay una “saturación enfermiza de información” y que va a intentar sorprender al público con algo inesperado.

De entre lo poco que se ha querido que trascienda del film, se avanzan dos apuntes: la vuelta al mundo de Mi vida sin mí (2003), y las previsiblemente duras consecuencias que la actual crisis provocará en nuestro futuro cercano. No por casualidad, estas pistas revelan dos de las señas de identidad del cine de Coixet: el protagonismo de la pareja y el excesivo peso de un pasado no muy lejano, y que aquí incluso se plasma en el título.

Isabel Coixet (I.C.): “El universo de la pareja es perfecto para explorar el universo general y también es perfecto para ejemplificar a dos maneras de mirar el mundo y de lidiar con el pasado. Con lo que les ocurre a ellos.”

La pareja protagonista
Isabel ya había trabajado con Javier Cámara en La vida secreta de las palabras (2005) y en Paris, je t’aime (2006). Sin embargo, con Candela Peña sólo había rodado un spot. Aun así, la directora confesó que llevaba tiempo dando vueltas a la idea de reunirlos en una película suya. Concretamente, tras la química desprendida entre ambos hace casi 10 años, en Torremolinos 73 (Pablo Berger, 2003). Casualmente, el mismo año de Mi vida sin mí.

I.C.: Javier y Candela dijeron que sí antes incluso de leer el guión. Todo fue muy fácil para ponernos de acuerdo, incluso en fechas para rodar.  
Javier Cámara (J.C.): No podía imaginar mejor directora y mejor compañera para este proyecto. Con Candela hemos disfrutado de un reencuentro precioso.
Candela Peña (C.P.): Quería que mi destino me llevase a Isabel y está siendo un regalo demasiado grande. Me siento como Gena Rowlands.

El pasado
La acción se sitúa en el año 2017 y sobre ella se proyecta, desde nuestro presente, una realidad muy predecible según Coixet, y que es consecuencia directa de los duros acontecimientos que estamos viviendo en la actualidad a nivel económico y social.  Aparece la nueva inmigración que muchos trabajadores se estan viendo obligados a realizar con Alemania como destino. Nuestro presente, constituirá un dramático pasado que se desvela al iniciarse el film, y que define toda la película a partir de esa premisa. Oportunamente, Isabel aclara que no hay ninguna enfermedad terminal de por medio, por la referencia apuntada a la película protagonizada por Sarah Polley.

I.C.: La película esta dedicada a una persona que me ha animado mucho a contarla. Ver cómo esta persona ha lidiado con un pasado con el que es muy difícil hacerlo me ha ayudado a ver cómo tratarlo. Según algunos, con el tiempo se aprende a colocar ese pasado en algún lugar, pero por mucho que queramos evitarlo siempre está ahí.
I.C.: Es como cuando yo intento hacer una comedia loca. Nunca lo consigo porque lo que me sale es otra cosa. 

El momento
Tanto la directora como los actores, hicieron hincapié en el deseo de Isabel de plasmar en este proyecto la necesidad de compartir una opinión acerca del preocupante momento que nos está tocando vivir.

I.C.: Sentía q no debía dejar pasar el momento sin decir algo al respecto, sin dar una opinión sobre lo que va a pasar. 
C.P.: Isabel lo tenía claro, y para ello valía la pena invertir cualquier esfuerzo en el empeño.
J.C.: Es una película necesaria.

El guión
Isabel empezó a trabajar esta historia ciñendo “el 90% del guión” a situaciones que sólo involucran a la pareja protagonista, sin apenas intervención de terceras personas. Los llamó “J” y “C”, y una vez contó con la ventaja de poder ponerles cara definitiva a sus personajes, concluyó su escritura a finales del reciente mes de agosto.

C.P.: Con Javier habíamos trabajado en una historia complicada. Pero ésta la supera.
J.C.: Desde que empezamos a leer y a ensayar no podíamos parar de hablar de la historia. Cuenta el reencuentro de dos personas tras determinadas circunstancias en sus vidas que han generado unas heridas que deben reparar: parte de una historia que quedo truncada.
I.C.: Ambos tienen dos maneras de verlo. Él lleva cinco años en colonia, por razones personales y profesionales, con un punto de vista más práctico y lúcido, mientras que ella se quedó aquí. Viven la situación de dos maneras diferentes, y en esas maneras de ver la realidad también está la película.
J.C.: Como actor estoy teniendo que pensar poco porque el guión es muy claro. Cada frase es muy contundente. Son como piedras que se lanzan con mucha violencia o amor. Hay mucha fuerza en ellas.

El rodaje
Los tres han hecho alarde de un perfecto entendimiento mutuo a la hora de ponerse en acción. Con la espontaneidad presente en todo momento transmiten la sensación de estar hablando un mismo lenguaje para dar vida a los personajes.

J.C.: La confianza es básica, y está habiendo mucha libertad. Para este proyecto era necesaria una energía basada en libertad más un punto personal, característico de Isabel. ¡De repente se inventa una escena!
I.C.: Me gusta la flexibilidad en el cine. Por ejemplo, moviendo una escena del lugar seleccionado porque con ello se le aporta un punto de vista adicional a la historia. Hay cosas en el guión que luego cambian porque lo mandan las circunstancias. El guión es una guía estupenda pero cuando improviso siento que estoy haciendo las cosas bien, y cuando me ciño totalmente al guión me siento incómoda.
J.C.: Isabel no pierde el tiempo, nunca hay un café de más. Hay una anécdota del rodaje de La vida secreta de las palabras (2005). En plena plataforma petrolífera, mientras se estaban ajustando todavía las luces, nos miró y decidió que era el momento de rodar.
I.C.: Esta película se ha rodado con dos cámaras. Nunca lo había hecho y creo que esto la ha enriquecido.

El proyecto
Desde que en 2009 Isabel estrenase su último largometraje de ficción (Mapa de los sonidos de Tokio) se había centrado en otros proyectos, como documentales o publicidad. Pero no por deseo expreso, sino debido a una situación que refleja, una vez más, lo complicado que resulta levantar películas desde que se inició la crisis. La consecuencia ha sido la implicación de la propia directora en este film a través de su productora (Miss Wasabi Films), junto con A contracorriente Films.

I.C.: Desde entonces he escrito cuatro guiones más para largometraje y éste era el quinto. Todos los demás proyectos se han parado por H o por B: estar pendientes de subvenciones, cambios continuados de calendario, etc. Y lo que un cineasta necesita es rodar. Así que este proyecto se está haciendo realidad gracias a un equipo maravilloso, muy comprometido y hasta familiar,gracias también a que hemos fijado el calendario y, sobretodo, gracias a unos actores que sé que me siguen gracias a haberse rebajado considerablemente su caché.

I.C.: He aprendido mucho con los documentales, y también que hay muchas cosas que se pueden hacer bien aunque se hagan deprisa. Estas películas no se pueden presentar a un productor hoy en día. Hay veces en que debes hacerlas tú.

El futuro estreno
La rueda de prensa contó también con la presencia de Adolfo Blanco, de A Contracorriente Films, que según la directora fue otra de las bazas del proyecto al implicarse en él sin leer previamente el guión, de igual manera que Javier y Candela. No pusieron condiciones, apostando por su directora.

Adolfo Blanco: He confirmado en estas primeras semanas que Isabel tiene un tirón internacional brutal. Todos me preguntaban en San Sebastián por la película. Pero además mucha gente nos está pidiendo colaboración y participación en la distribución de la misma. Me atrevo a decir que estará lista en el primer semestre de 2013, pero dependerá de la estrategia internacional y de la combinación de festivales que más convengan.



jueves, 27 de septiembre de 2012

Blancanieves

Pre-estreno Gran teatre del Liceu:
Blancanieves (2012), Pablo Berger

Varios son los lujos alrededor de esta obra de los que me gustaría dejar constancia aquí. El primero es el de haber asistido a uno de los pre-estrenos más auténticos a los que posiblemente asista en toda mi vida: una película muda de exquisita factura en el marco del Liceu y bañada con música en directo, tal y como fue concebida. Tal y como podría haber sucedido en los grandes eventos culturales de hace ya casi un siglo.
Pero el evidente lujo fue el de disfrutar de esta película de tan marcada personalidad. En boca y cabeza de todos estaba la expectativa provocada por la inevitable comparación con la pionera en la recuperación del cine mudo en blanco y negro: The artist (2011). No pienso convertir estas impresiones en una mera comparativa. Simplemente, destaco que, con todas sus diferencias, me quedo con ésta, sin que se me vean los colores. Nacionalismos aparte. Curiosamente, fue planeada años antes de concebirse la francesa.
Estamos ante un film cuidado al detalle en un sinfín de aspectos, desde los técnicos hasta los artísticos, pasando por tan especial velada para su presentación en sociedad. Destacan por encima del resto, su asombrosa fotografía, la riqueza de su música y el equilibrio de su guión. Hay un plano que reúne en sí mismo estos tres logros: el del vestido en el barreño de madera. Y lo que, en mi opinión, es uno de los aciertos superlativos del film es el casting, muy especialmente el femenino. Maribel Verdú, Angela Molina e Inma Cuesta están clavadas en sus papeles. Y como sorpresa más agradable, Macarena García se funde con su personaje en un idilio con la cámara que produce auténtica mágia en pantalla.
Como no podía ser de otra manera ante una obra tan largamente preparada, el tratamiento que la película hace de la luz es en sí mismo un espectáculo digno de ver y un regalo para los ojos.
Mi única mueca la reservo para la elección que el guión hace eligiendo el mundo del toreo como universo adaptado del cuento original de los Grimm. Evidentemente, había más alternativas que no sigan ahondando en los topicazos que sigue arrastrando este país más allá de sus fronteras.
Sin ir más lejos (de hecho sí que vamos lejos), esta misma mañana el film ha sido escogido por la academia para representar a España en los Oscars. Veremos si tiene la suerte que merece y es analizada sin la erosión de la todavía fresca película francesa, gran vencedora de la última edición de dichos premios.
El último lujo que quiero compartir acerca de la velada, es referente a la productora, Arcadia Motion Pictures, la misma que se llevó innumerables Goyas este mismo año por producir Blackthorn (2011) y por participar en No habrá paz para los malvados (2011). En estos momentos estoy colaborando con Ibon Cormenzana, el productor, escribiendo un guión para un largometraje de ciencia ficción que está ya en su tercera versión. ¡Que siga la racha!
www.blancanieves.es

PARA:  absolutamente cualquiera que sepa apreciar mínimamente el cine de calidad
ABSTENERSE: los que ya no fueron convencidos a ver The artist y salieron igual (o ni fueron)

viernes, 21 de septiembre de 2012

Take Shelter

Take Shelter (2011), Jeff Nichols


Esta es una de esas pelis que yo siempre he considerado perteneciente a un controvertido grupo llamado "estados de ánimo". Es decir, que según como te pille, acabas vociferando en arameo o sales flipando y comentándola con cualquiera. A mi me ha pillado a medio camino entre un extremo y el otro, lo cual no sé si es bueno o malo. Así que, como siempre, intentaré ser objetivo para ver si me aclaro.
Cualquiera que haya visto un buen puñado de pelis sabrá reconocer pequeñas o grandes originalidades en un film. Éste tiene un punto muy particular. Sabe mezclar muy bien 2 universos que en la mayoría de los casos se ha hecho tirando de tópicos. Por un lado, la rutinaria y nada apasionante vida de una familia afincada en un pueblo de Arkansas. Y por otro, el paranoico mundo interior de nuestro protagonista. Lo sé. Más de uno estará pensando: ¿y con esto pretendes convencerme para ir a verla?. No tan deprisa. Vayamos al ritmo de la vida en Arkansas.
Tampoco es común ver las espectaculares imágenes que nos ofrece sobre la naturaleza que ocupa nuestros cielos. Lo sé. Sigue sin ser un argumento de peso. Sumando estos dos aspectos sí tengo claro que me gustó mucho más Otra tierra.
De largo, en mi humilde opinión, lo mejor son las interpretaciones principales. Tanto Michael Sannon, desconocido para mí, como Jessica Chastain, una de mis musas desde que me hipnotizó con El árbol de la vida. Los dos están sencillamente impecables y soberbios en unos papeles que la inmensa mayoría habría querido estirar en lo dramático. Ellos encuentran en todo momento el pulso interpretativo ideal, a juego con el tono y la localización de la película. Lo sé. Éste empieza a ser un punto que ya convence más. Pero seguimos en Arkansas...
Por lo que he leído por ahí, y por los numerosos reconocimientos internacionales que ha tenido el film, deberíamos valorar una obra muy singular. Una mezcla de géneros entre thriller-drama-terror-cine apocaliptico-cine indie que la convierte en pieza de culto... Pues lo siento. En mi caso no cuela.
No se me ocurre mejor manera de explicarme que haciéndolo en mi terreno: el guión. La peli dura 2 horas. Desde su planteamiento inicial hasta un pretendido imprevisible pero previsible final, la narración contiene algunas sorpresas que no sorprenden. Otra manera de explicarme: si te pierdes un cuarto de hora de su nudo (por la razón más tonta que imaginemos) no te habrás perdido nada en esencia, porque su lineal narrativa deja entrever desde muy pronto hacia donde quiere llevar la historia. Y una última manera de describirlo: el conjunto es menor a la suma de las partes.
En conclusión, para mi representa una muestra más de lo sobrevalorado que suele estar el cine indie americano. Hoy en día el cine es, normalmente, arte o entretenimiento, exceptuando a unos muchos que no consiguen nada de eso o a unos poquísimos que los saben combinar. En este caso, querrá ser lo primero porque, desde luego, no pretende ser lo segundo.

PARA: los que gustan de usar la coctelera con los géneros (mezclando, no agitando).
ABSTENERSE: los que valoran una peli por su buen ritmo narrativo

martes, 18 de septiembre de 2012

El irlandés

El irlandés (2011), John Michael McDonagh


Algunas veces es francesa, otras americana, alguna española, etc. Pero en muchísimas más ocasiones, las películas que más gratamente sorprenden durante la temporada vienen de las islas británicas. ¡Pero es que en esta ocasión viene de Irlanda!. Pasé un año allí y me puedo imaginar con qué orgullo deben estar sacando pecho con la película más premiada de su historia. Lo que parecía obligado es que sea gracias a un film que traza un esbozo muy particular de su todavía más particular manera de ser. Son únicos.
El trampolín desde el que se lanza esta opera prima de su director es el de un personaje de aquellos que son, en sí mismos, la peli. Da para una serie que seguro haría las delicias de un público demasiado entregado a los productos de género y más propios de la otra costa del atlántico. Nuestro hombre es un rebelde agente de la autoridad que sólo se la gana a base de poseer un torrente (no confundir) de personalidad. Mientras por un lado estamos ante un agudo y audaz agente de la ley, cargado de instinto, por otro sólo vemos a un fanfarron irlandés de vuelta de todo a quien no le importa lo más mínimo cualquier relación por la que no tenga que pagar. Su madre aparte. Si sólo lo analizamos así, es posible que nos vengan a la memoria otros personajes similares de la literatura del cine policíaco o negro, llevados o no a la pantalla, o incluso exclusivos de ella. Sin embargo, os puedo asegurar que combinados en el pellejo de Brendan Gleeson el resultado es uno de los papeles más originales que se han visto en tiempo. Cuando un guionista (en este caso el propio director) y un actor se enfrentan a la creación y recreación de un carácter así supone un gran reto llegar a empatizar con el espectador. Pues aquí ambos lo consiguen en 3 minutos.
Más allá de la inmensa humanidad de este actor que todos recordaremos como escudero de Mel Gibson en Braveheart, encontramos una peli que también sale airosa en el siempre complicadísimo reto de combinar géneros. Pero no de cualquier manera. En este caso la manera más gráfica de definirlo es el verdadero santo y seña de este pueblo: la Guinness. Una cerveza, que vendría a representar la comedia que es, pero de un color negro a más no poder. Hay muerte, decepción, corrupción y demás ingredientes propios del cine del mismo color y del western. Todo bañado con la personalísima música de Calexico y rodeado de otros sorprendentes personajes, como el surrealista niño de la bicicleta.
Sin duda, su secreto es saber combinar todos estos elementos para hacernos pasar una hora y media con la sonrisita pegada en la cara. Hay que saber un rato para hacer algo así.

PARA: públicos inconformistas y buscajoyas
ABSTENERSE: los que acuden al cine con la curiosidad del que va al bar de la esquina

lunes, 17 de septiembre de 2012

Hara-kiri. Muerte de un samurai

Cartelera:
Hara-kiri. Muerte de un samurai (2011), Takashi Miike


El cine japonés siempre ha dejado una huella muy característica en occidente: historias que repasan episodios muy significativos de su milenaria y tradicional cultura. Ignoro si ellos disfrutan tanto como nosotros con algunas películas, porque a buen seguro más de uno allí considerará que estan ideadas para nosotros.
La que nos ocupa es un remake de la de 1962. Por entonces, ya habian cruzado fronteras algunas de sus obras maestras, pero nada que ver con el mundo globalizado de hoy, como es lógico. La historia que cuenta está llena de simbolismos de la literatura clásica, envuelta en una trama de venganza.
De ésta última se hace cargo un director del nuevo cine espectáculo, que puso los pelos de punta a los puristas cuando se encargó de este remake. Sin embargo, supo salir airoso de la prueba gracias a un estético respeto a la hora de recrear el particular mundo de los samurais.
No voy a entrar en detalles argumentales, como no hago nunca, pero creo que recuperar hoy en día guiones de medio siglo de antigüedad convierte en una quimera cualquier posibilidad de igualar o superar a su antecesora.
En lugar de ello, sí podemos recrearnos en su producción, dirección e interpretación. Y en todas ellas estamos ante una obra impecable. Es un auténtico gustazo bañarse en una atmósfera como la que abarca a esta selectísima comunidad, en un Japón tradicional que se recrean con exquisitas fotografía, dirección de arte, música, sonido y demás facetas de realización.
Mención aparte merecen contadas escenas de una carga dramática superlativa. Las que creo que se llevan la palma son las que tienen lugar en la casa de los samurais. Unas por razón evidente por muchos motivos, y otras por la habilidad del director para combinar aspectos tan peliagudos como la estructura del film y la dirección de actores.
Las que sin embargo quedan, en mi opinión, del todo desfasadas son las que tienen lugar fuera. Pretender alargar situaciones dramáticas clásicas, por emotivas que sean, y que pertenecen más al cine de mediados del siglo XX, no sólo no aporta nada al film, sino que más bien le resta.
Pero si de honor hablamos, este singular director lo salva sin discusión.

PARA: simpatizantes de remakes con gusto sobre films clásicos
ABSTENERSE: los que solo busquen historias clásicas o luchas de espadas

lunes, 3 de septiembre de 2012

La culpa (Your Film Festival)

Festival de cine en Youtube organizado por Ridley Scott y Venecia
La culpa, de David Victori obtiene el primer premio.



¡Qué gran noticia! Un auténtico orgullo que alguien de aquí haya podido alzarse con este recién estrenado galardón.
David guioniza y dirige este corto de 12' que reune muchas características sobre un cine con el que  me identifico: thriller psicológico y fantástico sin efectos especiales digitales.
A partir de una idea bien desarrollada, transmite con envidiable simplicidad (esa escalera de caracol) un concepto tan potente y tan cinéfilo como la venganza, y un efecto tan profundo y tan de actualidad como la culpa. Y con ello ha dejado atrás a, ni más ni menos, 15.000 competidores!!
Mi más sincera y (sanamente) envidiosa felicitación para alguien que se ha ganado 400.000€ para su próximo proyecto, en el que podrá contar con el mismísimo Michael Fassbender, ahí es nada.
Una noticia del todo inspiradora para los tiempos que corren.

lunes, 27 de agosto de 2012

Brave

Cartelera:
Brave (2012), Mark Andrews y Brenda Chapman

Lo peludo de crear obras maestras de la talla de Toy Story, Cars, Wall·e o Buscando a Nemo (mi preferida) es mantener el listón tan alto. Pues resulta que los genios de Pixar lo habían conseguido durante más de una década. ¿Cómo? Creando reiteradamente (mérito descomunal) piezas mágicas de animación mediante la combinación de dos recursos marca de la casa: el dominio de una revolucionaria animación digital (la producción) y una deslumbrante imaginación para crear buenas historias (el guión).
Con semejante talento consolidado durante tanto tiempo uno acude a la sala de cine sin saber si está acompañando a su hija o si está siendo acompañado por ésta. Tras varios anuncios de próximos estrenos un imprevisto aperitivo que no hace sino confirmar (una vez más) todo lo mencionado. No lleguéis tarde porque os perderíais un exquisito corto del mismo Pixar llamado "La luna". Maravilloso cuento que sin necesidad de usar ninguna lengua de este planeta transmite un mensaje que entenderán todos sus habitantes.
Y nada más empezar la peli a la protagonista se le escapa una flecha que agujerea mi globo de ilusión y, sin ser yo consciente en ese momento, empieza a desinflar paulatinamente las expectativas ganadas a pulso por este equipo durante tanto tiempo.
La mejor manera que se me ocurre de criticar la peli es que la sociedad Disney-Pixar se ha balanceado peligrosamente hacia la primera. Es decir, se les ha caido uno de los dos pilares mencionados: en lugar de seguir confiando en su talento para crear historias genuinas han resucitado el obsoleto sello de Disney con un cuento tradicional propio del siglo pasado.
Por si esto fuera poco, eché en falta sobremanera otro de los elementos característicos de sus películas, y que acostumbraba a concentrar la mayoría del buen humor que destilaban: sus personajes secundarios. Lo que más se le acerca en este caso son los hermanos trillizos, que no consiguen ni de largo llenar ese vacío.
Ya hacen bien en acordarse de Steve Jobs en la dedicatoria final. Tampoco harían mal en invocar su espíritu para intentar recuperar su inspiración de cara a futuros proyectos. Ánimo.

PARA: Los rancios seguidores de las películas clásicas de Disney
ABSTENERSE: Los que se convirtieron en fans de la animación descubriendo Toy Story

domingo, 26 de agosto de 2012

La pesca del salmón en Yemen


La pesca del salmón en Yemen (2011), Lasse Hallström

Sea cual sea la tendencia del genero mayoritario de peliculas en cartelera, cada año tiene su cuota invariable de comedias romanticas. Algunas de estas pelis ni se molestan en recurrir a nuevas tramas y tiran de topicazos. No es el caso. El planteamiento de la peli, basada en una novela, es de lo más pintoresco: un árabe millonetis pretende crear en Yemen el ecosistema q permita la pesca del salmón, y por razones políticas, al reino unido le conviene perpetrar el milagro.
A partir de aquí nada nuevo. La originalidad no llega más allá del punto de partida. Presentados los personajes todo lo que sucede a partir de entonces es clásicamente hiperprevisible. Aun sin dejar de ser lo cursi que sería de prever tampoco llega a los extremos que en cocasiones alcanza este subgénero. Los momentos más agradables suelen coincidir con las conversaciones en las que interviene el peculiar inversor.
Lo dicho. Nada rompedor, pero también es verdad que el público de este tipo de productos no va al cine a que le sorprendan sino, todo lo contrario, a empalagarse por enésima vez con los devenires amorosos de sus protagonistas.
La química entre ellos no es mala. A Ewan McGregor ya lo hemos visto en ese papel y en muchos otros y a Emily Blunt la veremos aun más (en septiembre vuelve a estrenar).
A la que siempre es un placer ver y que, sin duda, es lo mejor de la peli es a una muy graciosa Kristin Scott Thomas en un papel que borda como jefa de prensa del premier britanico y que encaja muy bien en su reciente madurez.

PARA: los que siempre fichan con las comedias (romanticonas) del año
ABSTENERSE: obviamente quien ya haya visto las suficientes

sábado, 25 de agosto de 2012

Carlos

Carlos (2010), Olivier Assayas


Me encantaría saber los entresijos del proyecto que dio lugar a esta película, convertida también en miniserie para la TV. Luego expongo el por qué. Presentada en Cannes 2010, expone una versión de su etapa como terrorista del venezolano Ilich Ramírez Sánchez, conocido mundialmente como Carlos, y desde 1994 cumpliendo cadena perpetua en Francia.
Si hay una cosa clara acerca de la vida de este mediático delincuente es, precisamente, que no está clara. Personaje de una complejísima identidad, ha dado lugar a ríos de tinta, teorías, hipótesis y leyendas urbanas que no han hecho otra cosa que incrementar el misterio sobre sus años de activista contra el "imperialismo occidental". El periódico británico The Guardian lo bautizó con el nombre de Chacal, al encontrarse entre sus pertenencias un ejemplar de la novela de Frederick Forsyth. Y me va que ni pintada la anécdota, porque mientras veía la peli en Filmin ya pensaba en la enorme distancia que separa a ésta y al peliculón basado en dicho libro que firmó Fred Zinemann en 1973. Ya le gustaría al incomprensible director de este film - de trayectoria discreta y con titulos como Paris, je t'aime (2006) - acercarse a la otra, aunque el personaje y los hechos no tengan nada que ver.
Centrándonos en ésta, remarco mi decepción ante el resultado obtenido partiendo de un reto como el de retratar a semejante personaje. El principal motivo es que en ningún momento, entre sus más de dos horas y media de duración, se profundiza verdaderamente en él. Parece mentira pero es así. Ningún tipo de estilo sugerente. Hechos y sólo hechos. No digo que no sean interesantes, dado el clima político de guerra fría durante las décadas de los 70 y los 80. Pero, resulta inverosímil que un guión cinematográfico que aborde esta figura no intente descifrar (aunque sea con ilimitada licencia para la ficción) cómo nacen, crecen, se desarrollan y evolucionan los motivos y la personalidad del citado protagonista.
Un dato sobre el guión refleja esa falta de savoir faire para provocar un mayor interés en el espectador sobre éste prófugo francés. Por un lado, apenas hay escenas en las que el susodicho aparezca sólo, en actitud reflexiva, o que revelen su pensamiento. Por otro, tampoco las hay casi en las que él no aparezca y se genere, mediante conversaciones de los relacionados con él, ese halo especial alrededor del hombre que tenía en vilo a varios países.
Por seguir con el guión, decide con una aburrida originalidad describir los hechos cronológicamente. No tengo nada en contra ante tan lícito recurso, ni mucho menos, pero a falta de profundidad en el dibujo del personaje podría al menos haber jugado más con la narrativa, cuando la historia, las numerosas localizaciones y los diversos personajes le daban ingredientes de sobra para ello.
Me han gustado detalles como la caracterización del protagonista durante los más de 20 años que cubre de su vida, punto que raras veces se aborda como merece en el cine. Y también la fidelidad a las numerosas lenguas habladas por el protagonista en la versión original.
Como decía en la primera frase, y observando el conjunto, el sabor final que me deja es de que haya gato encerrado: un director inapropiado, un guión burdo, muchos hechos omitidos y poca profundización en el protagonista. En un mundo tan hiperpolitizado como en el que vivimos, no me extrañaría nada que algo raro hubiese en su propósito.
Como anécdota final la breve carta que el verdadero Carlos escribió, ya desde la cárcel, al actor venezolano que lo encarna en la peli: contiene más chicha que el propio film.

PARA: interesados en repasar algunos de los conflictos oriente-occidente de finales del s.XX
ABSTENERSE: los que adoran el cine por lo que sugiere en lugar de por lo que muestra



martes, 21 de agosto de 2012

El buen pastor

DVDteca:
El buen pastor (2006), Robert De Niro

El hecho de que un consumado (y casi consumido) actor como Robert De Niro se embarque en la dirección de un film no fue novedad. Ya lo hizo con Una historia del Bronx (1993) y con un muy digno resultado. Lo que me sorprendió fue que lo llevase a cabo con el registro escogido. Ignoro sus motivos. Lo que salta a la vista es que es una historia personal. Aquellas que se quieren contar porque a uno le apetece. El guión es del experimentado Eric Roth, que firma otros bastante parecidos a éste, unos mejores, como El dilema (1999), y otros no tan redondos, como Munich (2005), que guarda muchas similitudes con éste.
Pero insisto en que no acabo de entender el binomio que forman su director y la mencionada historia: la vida de uno de los edificadores de ese oscuro monstruo llamado C.I.A. Si a esto le añadimos una ambiciosa producción (basta con repasar el elenco de artistas que intervienen), y un metraje exagerado, el resultado huele a capricho.
Y lo de historia personal se hace evidente en el momento en que nos damos cuenta de que esta peli de espías, ambientada en su época de apogeo a mediados del siglo XX, no se abordará desde el ángulo habitual. En lugar de recurrir al imaginable género de thriller político, Robert se nos lanza a un drama intimista con el mencionado entorno como telón de fondo. Quizá le atraía indagar en las vidas de semejantes personajes, pero es evidente que el reto era mayúsculo si no pensaba aderezarlo convenientemente con un poquito más de tensión. La crisis de Cuba a principios de los 60 en la bahía de Cochinos es el enlace de una historia que nunca llega a atrapar.
Es inevitable compararla con la posterior El topo (2011). Y si tuviera que reducir a un sólo aspecto mi opinión sobre porqué creo que la cinta británica supera claramente a este intento de De Niro en la dirección, mencionaría el casting. Mientras en aquella todos están soberbiamente seleccionados y mejor interpretados (inolvidable Gary Oldman) en ésta no hay un sólo intérprete que empatice con este humilde espectador. Quizás sólo unos pocos, como John Turturro o Joe Pesci, aunque el de éste sea un papel de un minuto literalmente… y puede que también el propio personaje que se reserva el director, sólo un poco más extenso. El resto son todos caras bonitas del cine de hoy que no transmiten lo que deben. Empezando por un Matt Damon que hace lo que puede con este personaje sin alma por exigencias del guión y acabando con una Angelina Jolie que encaja en su papel como Miss Universo en un mercado de pescado. Claro que, todo sea dicho, el papel que le han escrito es tan inconsistente como vacío.
Con todo lo dicho, y siempre que dispongamos de más de dos horas y media de absoluta paz y tranquilidad, es un film que tampoco decepciona en su conjunto. Demasiados buenos ingredientes tenía en sus manos este reconocidísimo monaguillo, que no parece que pueda llegar a ser recordado como fraile (o pastor).

PARA: los siempre interesados en husmear en los entresijos del espionaje político
ABSTENERSE: los alérgicos a las películas que catalogan profesionalmente como "lentas"


viernes, 17 de agosto de 2012

Prometheus

Cartelera:
Prometheus (2012), Ridley Scott

En el cine casi existen tantos gustos como peliculas hay. Pero hay algo que nunca cambia en un espectador cuando se dispone a ver una película. Lo admita o no, es indudable que, de una u otra manera, se parte de una expectativa. Y lo que constituye un reto mayor hoy en día es, precisamente, cumplir esas expectativas. En esta ocasión estamos ante un blockbuster sonado, anunciado y muy esperado por todos los fans de este especialista en sus orígenes en ciencia ficción de la buena, autor además del anuncio más famoso de la historia, sobre el Apple Macintosh.
Pues lo que me ha ofrecido es precisamente lo que me "promethía". Ni más, ni menos. Según se mire, esto puede significar una un reconocimiento o una crítica. Cada uno deberá juzgarlo en base a sus expectativas, pero está claro que ha cumplido en lo "fácil" y decepcionado en lo difícil: una buena historia. Eso sí, haciendo un repaso a la trayectoria de este director (amado y odiado) nadie podrá decir que se ha salido de su guión en lo que a su evolución se refiere: producto 100% scottiano, incluyendo en el término a su hermano Tony.
En mi caso, no salí ni impactado ni decepcionado, lo cual implica que disfruté con lo que iba a buscar, pero que tampoco me llevé conmigo ni una sola sorpresita estimulante. Buscaba y encontré, un despliegue impresionante de efectos especiales. Durante toda la peli asistimos a un carrusel de imágenes digitales en 3D, tecnología, bichos, artefactos, escenarios y demás que apabullan los sentidos. Puede no gustarte la ciencia ficción, pero debe reconocerse que el conjunto constituye verdaderamente un espectáculo visual. Me habría encantado ver lo que Stanley Kubrick hubiese podido hacer con todo ello.
Y como suele ocurrirle al señor Scott, ahí se aparcan las expectativas. Está claro que Alien (1979) sólo habrá uno. Da igual que hayan precuelas o secuelas. Lo que hacen falta son escuelas ... de guión. ¿Por qué rompernos el coco ideando nuevas historias si podemos casi fusilarlas añadiéndole efectos deslumbrantes por ordenador? 33 años después, el patrón de la mencionada cinta referencia de la ciencia ficción, que firmó el propio Ridley, se hace demasiado evidente durante el visionado, aunque parta de situaciones y planteamientos diferentes.
Nadie se preocupa de diseñar buenos personajes. Cada uno tiene su función en la historia como si fuesen peones de una fábrica. Noomi es imposible que pueda ser Sigourney. La percha de la Weaver imponía y se amoldaba bien a la fuerza del personaje. Sí es destacable el trabajo de un soberbio Fassbender como androide. Pero el papel de Charlize Theron sirve de analogía al de la peli: espectacular por fuera y vacía por dentro.

PARA: disfrutadores del nuevo cine espectáculo con aroma de revival de los 80
ABSTENERSE: los que no encuentran alicientes cuando la producción prima sobre el guión