jueves, 18 de octubre de 2012

Atraco

Pre-estreno:
Atraco (2012), Eduard Cortés
para La Finestra Digital


Presentada fuera de concurso oficial en el reciente festival de San Sebastián y acompañada de un gran éxito en Argentina, nos llega una película que recuerda en varias cosas a la oscarizada y genial cinta de Juan José Campanella El secreto de sus ojos (2009). No es una casualidad que los mismos productores intenten aprovechar el filón de aquella. No llega a su altura pero no la desmerece ni muchísimo menos.
La historia está exquisitamente ambientada en el Madrid de los 50, pero también puntualmente en Panamá. Parte de hechos reales en torno al atraco en una conocida joyería de la capital, que pretendía contrarrestar uno de los "asaltos" que durante la época realizaba a su manera Doña Carmen Polo de Franco. La acción se desarrolla alrededor de un rocambolesco plan para conseguir retener unas joyas históricas. Los hechos no fueron aclarados y en este caso son reinterpretados muy libremente.
Lo primero que llama muy positivamente la atención nada más iniciarse su visionado es el extremo cuidado que se ha avocado en su producción. Un envidiable detalle en todas sus facetas artísticas, desde el vestuario, la música, una impecable dirección de arte y, especialmente, un gran casting, nos invitan a relajarnos y disfrutar de lo que está por llegar.
Lo que se nos ofrece es una elegante combinación de géneros hábilmente presentados. No confundamos con mezcla de géneros, recurso ya utilizado en los últimos años por películas con marcado acento de autor, que desenbocan en productos a menudo inclasificables. El caso que nos ocupa bebe de los viejos cánones de géneros puros como la comedia, el thriller o el drama, y ​​su singularidad radica en que no los agita, sino que los utiliza en un orden bien calculado para gestionar nuestras emociones. Los giros que el guión provoca en la historia son también giros en la relación de la obra con el espectador.
Para poder acometer un reto como el mencionado son necesarios varios recursos que el director maneja con éxito. Además del mencionado buen uso de los elementos artísticos, cabe destacar una superficial pero equilibrada combinación de los tópicos en torno a los sentimientos de ciudadanos de dos países como España y Argentina durante la citada época.
Mención aparte merece el trabajo de dos consagrados actores argentinos que encarnan a dos de los principales personajes. Por un lado Guillermo Francella, inolvidable secundario en la mencionada El secreto de sus ojos, y muy conocido en su país como actor de comedia. Aquí nos ofrece una interpretación mucho más rica, incorporando matices de los tres géneros mencionados. Ante un papel que le reserva momentos muy diversos, sabe estar en todo momento a la altura, sin acentuar nunca de más donde otros lo habrían hecho. Por otra parte, pero con un papel en la historia mucho menos extenso y flexible, encontramos a un excelente Daniel Fanego. El suyo es uno de los casos donde se puede comprobar que la experiencia es un grado. En sus escenas es dueño y señor de la pantalla.
Un aspecto en el que el filme no acaba de ser plenamente redondo es la construcción de algunas relaciones. La pareja formada por los personajes de Amaia Salamanca y Nicolas Cabré en ningún momento funciona a la altura del conjunto. Podríamos decir incluso que la falta de una mejor construcción y desarrollo de la misma, tratada con una consabida pero exagerada superficialidad, restaincluso enteros en la película. Diferente es el caso de la pareja de policías, encarnada por Jordi Martinez (irreconocible Kubala de la serie de TV3) y Oscar Jaenada. La acertada estructura del guión les reserva un metraje tan escueto que nos deja con la sensación de haber podido ser otro punto destacado en caso de haberse podido expandirse.

PARA: cualquiera que disfrutase con El secreto de sus ojos
ABSTENERSE: los que hayan aparcado el cine con aire vintage y busquen sólo nuevas fórmulas

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