lunes, 30 de diciembre de 2013

Microrrelatos


Este blog también se podría haber llamado Nunca es tarde. Una máxima que gana con los años. Cuanto más tarde se hace, más cierta es.
Ya os avisé que lo de comentar pelis estaba liquidado. Me inquieta más escribir. Léase crear, no comentar. A poder ser guiones para ver. Eso lo sabéis. Pero algo me llamó. Fue la necesidad de vaciar mundos en lo que dura un café. Gérmenes de algo que nunca será o de algo que ya se verá.
Vivimos en la era de la multitarea. Multipistas que albergan crecientes tareas que aprender a manejar a la vez. Lo de aprender va por todos los del siglo pasado. Los demás ya lo llevan en la sangre.
Así que corto pero intenso. Como la vida misma.
Prometo emociones y espero que merezcan opiniones. No esperéis. Escribid. Comentádmelas en el blog, que hace ilusión. Pero hacedlo desde vuestras sensaciones. Dejad la cabecita en el parking y fluid. Los grandes momentos siempre están compuestos de pequeñas grandes sensaciones. Y si las compartimos siempre se amplifican. ¿Es ese el secreto de la gran red?
Aprovecho para desearos a todos un genial 2014. Y para despedir este necesario año, mañana tendréis el primer microrrelato.
Nunca es tarde.

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