Estrenos:
Els nens salvatges (2012), Patricia Ferreira
Lo de los festivales nunca dejará de sorprenderme. Al menos, en esta ocasión gratamente. Porque la que ganó el año pasado en este mismo festival, el de Málaga, dejó el listón bajísimo en mi humilde opinión (Cinco metros cuadrados).
De entrada dedico el comentario de esta peli a todos los que piensan que el tema está agotado o muy trillado. Y los que saben en lo que ando me entenderán. No es que sea novedosa especialmente, pero esta película es un ejemplo de que cuando trabajas bien un guión, te lo curras con los actores y se aborda la producción y la realización con seriedad (que no necesariamente con recursos) el resultado final difícilmente decepcionará. En este caso, creo que el conjunto es más que notable.
Por las declaraciones que he leído de su directora, la intención era transitar por la delgada línea que separa a los jóvenes de hoy en día vistos por los adultos: donde unos ven vacíos e irrespetuosos chavales, otros ven víctimas de nuestra torpeza como educadores y como transmisores de unos supuestos valores.
Pues esa intención se consigue plasmar con inequívoco éxito en el film. Hay tantos tópicos alrededor del entorno escogido que, para empezar, ya es suficientemente complicado esquivarlos. Chicos de 15 años, inadaptación a la escuela, las mil dudas de la adolescencia y el rechazo a asumir unas responsabilidades impuestas.
Varios aspectos destacan claramente como acierto. De entrada, la estructura. No es fácil ver hoy en día narraciones que no se ajusten al clásico patrón en tres actos. Por otro lado, el casting está tan bien seleccionado como bien trabajado. Entre ellos varias caras conocidas del cine catalán. Me quedo con los magníficos papeles de Alex Monner y Marina Comas, la ganadora del Goya revelación por Pa Negre.
Pero lo más meritorio de la peli es la gestión de los puntos de vista. Sabido es lo peliagudos que llegan a resultar los asuntos que caen en ese triángulo de las Bermudas formado por padres, hijos y colegio. El film es valiente porque quiere tocar, y toca espléndidamente, al menos dos de los tres puntos de vista. En el caso de los padres se queda, a mi entender, un poquito demasiado en los arquetipos previsibles. Exceptuando el caso del papel interpretado por una siempre convincente Ana Fernández (la madre del personaje de Alex) los demás parece que no les dé tiempo a desarrollarlos.
Así que animo a que todos los que asocian la visita al cine con su dosis hollywoodictiva, cambien de registro por un día y excepcionen con un poco de cinema en català. No se arrepentirán.
PARA: Padres y madres sin la más mínima excepción
ABSTENERSE: los verdaderos salvajes. Esos no cambian.
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